El ejemplo más claro de un disco de arranque/raíz son los discos de arranque Slackware4.5. Estos disquetes contienen un núcleo capaz de iniciar y un sistema de ficheros raíz, todo en disquete. Están diseñados para usarse en la instalación de la distribución Slackware, pero vienen muy bien cuando hay que hacer mantenimiento del sistema.
El disco de arranque/raíz de H.J Lu, disponible en /pub/Linux/GCC/rootdisk en sunsite.unc.edu, es otro ejemplo de este tipo de discos de mantenimiento. O, si se es ambicioso, se puede crear uno su propio disco. En muchos casos, sin embargo, la utilización de un disco de arranque/raíz prefabricado es mucho más simple y probablemente será más completo.
La utilización de un disco de arranque/raíz es muy simple. Tan
sólo arranque
el sistema con el disco, y haga login como root (normalmente sin
clave). Para poder acceder a los ficheros del disco duro, se necesitará
montar el sistema de ficheros a mano. Por ejemplo, la orden
montará un sistema de ficheros ext2fs existente en /dev/hda2 bajo
/mnt. Recuerde que / es ahora el propio disco de arranque/raíz;
se necesitará montar los sistemas de ficheros de su disco duro bajo algún
directorio para poder acceder a los ficheros. Por lo tanto, el fichero /etc/passwd de su disco duro es ahora /mnt/etc/passwd si se
montó el sistema de ficheros raíz bajo /mnt.