Después de arrancar las X-Windows, desde una terminal escribiremos lo siguiente:
$ xhost +Y.Y.Y.Y
$ telnet Y.Y.Y.Y
Donde Y.Y.Y.Y será la dirección IP de la máquina remota. En mi caso sería 192.168.5.1, el servidor.
Cuando hayamos accedido a la máquina remota habiendo introducido el login y password pertinente pondremos:
$ export DISPLAY=X.X.X.X:0.0
Donde X.X.X.X será la dirección IP de la máquina local (la que tenemos en frente ;-). En mi caso sería 192.168.5.2, el cliente Linux. También podemos poner el nombre de la máquina en vez de su dirección IP. O sea, que en vez de 192.168.5.2, podemos poner aldebaran.linux.es.
Y ya podremos ejecutar cualquier aplicación que esté instalada en la máquina remota y la salida saldrá por nuestra pantalla.
Tendremos que hacer un telnet al servidor:
$ telnet Y.Y.Y.Y
Donde Y.Y.Y.Y será la dirección IP de la máquina remota. En mi caso sería 192.168.5.1, el servidor.
Y luego de haber accedido al servidor ponemos:
$ export DISPLAY=X.X.X.X:0.0
Donde X.X.X.X será la dirección IP de la máquina local (la que tenemos en frente ;-). En mi caso sería 192.168.5.3, el cliente Windows.
Para saber el nombre y la dirección IP de nuestra máquina con Windows, podemos ejecutar la utilidad:
$ winipcfg.exe